¿Por qué haces lo que haces?

Hoy leí una frase que me hizo reflexionar profundamente:

La mayoría de las personas no se sienten motivados ni emocionados cuando abren los ojos en la mañana. La mayoría desea una hora extra en la cama mientras se preguntan como van a llenar las horas vacías de su día.

La cita viene del libro Someday is Today de Matthew Dicks. En este libro el autor da varias maneras simples y prácticas para impulsar tu vida creativa. Este no es un libro de desarrollo personal, pero dentro de las maneras que el autor recomienda para empezar la vida creativa que muchos deseamos (porque seamos honestos, todos queremos escribir un libro, aprender a bailar, pintar tocar un instrumento y si tú no tienes ninguna inclinación creativa me temo que no tampoco tienes alma) hay consejos que valen mucho más que las palabras choteadas y malbaratadas de muchos libros de superación personal.

Uno de los consejos que más me han gustado del libro es tomar decisiones pensando en lo que el tú de 100 años de edad decidiría. Hemos escuchado que mucha gente en su lecho de muerte se arrepiente de muchas cosas que hicieron o que no hicieron. Entonces en lugar de tomar una decisión pensando como el tú de hoy, piensa lo que el tú de 100 años decidiría. ¿Quiero quedarme a ver otro episodio de una serie que quizá olvidaré en unas semanas o prefiero empezar a escribir esa novela que he querido escribir desde la prepa?

La cita de arriba viene del capítulo Saber porque haces lo haces es importante. ¿Cuántas veces en tu vida te has detenido a pensar por qué haces lo que haces, por qué vives en dónde vives, por qué tienes el trabajo que tienes, por qúe no has aprendido a tocar ese instrumento que tanto te gusta, por qué desperdicias el tiempo como lo haces?

Preguntarte por qué haces lo que haces y entender tus respuestas puede despejar tu camino hacia la vida que deseas. Más importante, saber porque haces las cosas y mantener esas razones frente a ti puede ser excepcionalmente motivador, y hasta inspirador. Entre más tangibles sean tus razones, más inspiradoras pueden ser.

Ayer escribí algunas de las razones por las que empecé a escribir otra vez un blog. Sin embargo, hay razones más profundas. Una de ellas es que para mí el valor más importante es la libertad. No me gusta que nadie me diga que tengo que hacer, no me gustan los horarios, no me gustan los trabajos de oficina, y escribir puede darme toda la libertad que yo quiera.

Durante los pasados dos años ayudé a varias personas a implementar un plan de transformación financiera en sus vidas y con eso creé una fuente de ingreso residual. Ahora no tengo la preocupación de salir a trabajar, de cumplir con horarios o de estresarme por dinero, esa parte de mi vida ya se resolvió.

Pero ahora quiero crear, quiero dedicarme a escribir libros, historias, opiniones y generar una fuente de ingreso extra de ese trabajo. Para eso me tengo que enfocar en las cosas que yo puedo controlar, en este caso la parte creativa, y dejar que la parte que no controlo (los publicistas, la audiencia, el mundo en general) fluya.

Matthew Dicks en su libro dice que entre mas hagas lo que puedes controlar, más sencillo se volverá la parte que no puedes controlar. Cada quien decide que hacer con su tiempo y su vida, pero cada una de esas decisiones te acercan o te alejan de tus metas y la vida que más deseas. Todo empieza preguntándote porque haces las cosas que haces.

BHB