Beef – La serie anti-estoica

Ayer terminé de ver la serie de Netflix Beef. Me llamó la atención primeramente por el nombre (en inglés tener un beef con alguien significa tener una contienda o riña) y en segunda por las buenas reseñas que recibió en los medios.

La serie empieza con un pequeño altercado de tráfico que pronto se sale de control y llega a proporciones inimaginables. Cada capítulo examina como los dos personajes principales van escalando sus malas decisiones. No voy a arruinarles la serie, ni siquiera voy a escribir mucho sobre ella o si es una buena recomendación o no.

Sobre lo que quiero escribir es que con cada episodio me venían a la mente los principios estoicos que he estado leyendo en diferentes libros y viendo en varios canales de YouTube. Las cuatro virtudes cardinales del estoicismo son:

  • Sabiduria práctica para navegar por las diferentes situaciones de la vida.
  • Templanza para ser tu propio dueño.
  • Justicia para tratar a los demás como el fin.
  • Coraje para hacer lo correcto sin importar las circumstancias.

La historia de Beef, cómo la de cualquier película o serie, está sobredramatizada para enganchar al espectador y volverla entretenida. Pero con cada capítulo de la serie no podía dejar de pensar que si alguno de los dos personajes principales hubiera practicado por lo menos uno de las virtudes estoicas, la serie hubiera sido muy corta y aburrida.

Yo no solía ver series o películas para encontrarles el lado moral (y sigue sin ser mi intención cuando decido ver algo), pero desde que leí el libro Storyworthy de Matthew Dicks y estoy estudiando los principios estoicos, no puedo dejar de analizar las historias que veo para encontrar esos pequeños momentos que les dan vida y que nos atraen tanto.

Lo que puedo aprender de la serie Beef es que nos podemos ahorrar muchísimos problemas innecesarios si tan solo nos detenemos un momento a pensar antes de actuar o de hablar.

Guarda frecuente silencio, no digas más que las cosas necesarias, y dilas en pocas palabras.

Epicteto