¿Productividad u obsesión?

En días pasdos escribí que estaba leyendo el libro Someday is Today de Matthew Dicks. Es un libro que me ha dejado muchas enseñanzas que ya estoy aplicando a la vida creativa que quiero construir. Este libro no es de autoayuda o de desarrollo personal, por lo menos yo no lo considero así.

Es una guía para convertirse en un creador productivo usando las técnicas y pasos que al autor le han funcionado para ser un creador prolífico (es maestro de primaria, escritor, cuenta historias, DJ de bodas, comediante, instructor de talleres, entre otras cosas más).

El tiempo es el producto más valioso en el planeta, y tú tienes la misma cantidad de él que la persona más rica del mundo. Dale el valor que se merece. Nunca lo desperdicies

Matthew Dicks

Todo eso lo logra llevando un estricto control de su tiempo, y cuando digo estricto, es muy estricto. Es tan estricto que una de las recomendaciones que hace es llenar una hoja de cálculo que el llama “Persiguiendo el cero”. La idea es anotar cuantos minutos pasas en todas tus actividades diarias (dormir, comer, cocinar, viajes, leer, etc) para contar cada uno de los 1440 minutos que tiene el día. Si hay minutos que no puedes contar, entonces, de acuerdo con el autor, están siendo desperdiciados.

Estoy totalmente de acuerdo que el tiempo (quizá junto con la salud) es lo más valioso que tenemos, mucho más que el dinero ya que el dinero se puede generar y el tiempo no. Pero cuando leí ese capítulo y las cosas que él hace para ganar minutos en su día a día (cómo encontrar una manera más rápida de guardar los trastes, su rutina para pasar menos tiempo en la cama dormido, comer solo avena todos los días, etc.) se me hizo algo obsesivo.

Estoy más que convencido que a él le funciona, y que tener tantas actividades y negocios lo hace feliz. Pero no creo que eso sea para todos. Sí, el tiempo perdido ya no regresa y cuando estémos en nuestro lecho de muerte todos nos vamos a arrepentir de cosas que no hicimos. Pero la vida no es todo productividad y trabajo. Habemos a quienes nos gusta tomarnos nuestro tiempo en algunas actividades (como cocinar, pasar 5 minutos más en la cama) o no tener mil compromisos o decir que si a toda oportunidad y negocio que se nos ponga enfrente. Y eso también está bien.

Yo creo que lo más importante es vivir con intención. Saber porque hacemos las cosas y que eso que hagamos esté alineado con nuestros valores personales. La parte del libro que más me resonó fue precisamente esta, la de saber porque haces las cosas y lo que sea que hagas le de un propósito a tu vida, un propósito que tú mismo te pongas y nadie más.

En resumen, recomiendo esta lectura ampliamente. Muchos de los consejos del autor ya me están ayudando a ser más productivo (este blog es un buen ejemplo). Pero uno siempre tiene que ser crítico y aprovechar lo que más le sirva a cada quien. Vive feliz, vive con intención.

BHB