Existen días en los que no tengo ganas de cumplir con mi compromiso personal de escribir en este blog todos los días. Esto nos sucede a todos cuando decidimos hacer algo difícil, ya sea hacer ejercicio, llevar una dieta, leer, escribir una novela, etc. En algún punto la motivación se termina y es lógico, la motivación es una emoción que le absorbe energía al cuerpo y por lo tanto es insostenible y no dura mucho.
Es aquí cuando la creación de hábitos, la persistencia y la disciplina son importantes. Existen cientos de libros que hablan sobre este tema (por favor evita los libros de superación barata que te dicen que tu puedes hacer todo lo que te propongas con solo fuerza de voluntad o decretándolo al universo, esos son basura). El libro que a mí más me ha ayudado en la crear disciplina y una rutina diaria es “El efecto Compuesto” de Darren Hardy.
Por supuesto que leer un libro no es la panacea. Tienes que aplicar las recomendaciones y conceptos que ahí se te explican. Y eso tampoco es fácil, pero con el tiempo creas hábitos que haces de manera automática. Así como la mayoría de nosotros hemos creado el hábito de tomar nuestro celular cuando sentimos la menor evidencia de aburrimiento, así podemos crear cualquier hábito que deseemos si lo hacemos con intención.
Yo, por ejemplo, he desarrollado el buen hábito de leer todos los días. Ya he escrito que casi toda mi vida he sido un lector ávido, pero hubo etápas de mi vida deje de hacerlo, a veces por años. Retomar ese hábito no fue bueno y hasta hoy constantemente me tengo que recordar cuál es la intención de ese hábito en mi vida y, lo más importante, hacerlo aunque sea por uno par de minutos.
Un viaje de mil millas comienza con un primer paso.
Lao-Tse
El mejor consejo que he leído sobre la creación de hábitos es empezar haciéndolo durante un minuto. Si quieres correr todos los días, hazlo por un minuto, pero hazlo TODOS LOS DÍAS. Pronto tu cuerpo se acostumbrará a que salgas a correr y poco a poco irás subiendo el tiempo que lo haces.
Si te enfocas en un minuto a la vez y no en la meta final (quizá sea correr un maratón, bajar 5 kg, correr con los Tarahumaras en la sierra, etc), el proceso será mucho más fácil. Un paso a la vez, un minuto a la vez, un día a la vez.
Y así termino este post después de que al despertarme hoy no tenía ni una gota de ganas de escribir hoy, un día a la vez.
BHB